HISTORIA DEL CASTILLO DE UCERO


EL CASTILLO DE UCERO Y SU HISTORIA 






Este hermoso castillo se levanta en el municipio de Ucero en la provincia de Soria. Situado en una colina, dominando el valle del río Ucero, cuyo nacimiento se encuentra a escasos kilómetros, y el valle del río Chico, que da acceso a la zona de pinares.

Su construcción se inicia en el siglo XII, y su origen esta ligado a las controversias de la época.
Siendo Ucero un pueblo sencillo, situado en los márgenes del río Ucero, su historia se remonta a la prehistoria, basta con dar un paseo por el Cañón de Rio Lobos y entrar en alguna de sus cuevas, donde la mano del hombre ya dejo su huella con sencillos dibujos (Cueva Conejos, Cueva Grande ,...)

¿Cuál fue la historia previa a la construcción del castillo?, si leemos el libro de Alejandro Aylagas "El castillo de Ucero", tendremos la respuesta, me voy a permitir hacer un pequeño resumen histórico de de los acontecimientos que rodearon a Ucero.

UNA HISTORÍA LLENA DE DISPUTAS Y ENFRENTAMIENTOS

 Ahora, el Castillo permanece callado, sereno, mostrando el esplendor de sus lienzos derruidos por el pasar del tiempo, pero no siempre fue así. Fue testigo de muchos enfrentamientos y de alguna que otra historia de amor.
 Para entender la historia del Castillo hay que hacer echar la vista atrás y ver como las tierras sorianas fueron campo de fuertes enfrentamientos entre las tropas cristianas y musulmanas. 
  Por el año 711 los musulmanes invaden la Península y poco a poco desaparece la sociedad romano-visigoda que existía. La mayor parte de la península se convirtió en una nueva provincia del califato de Al-Andalus, excepto el norte peninsular.
Poco a poco los reinos cristianos del norte van reconquistando territorios musulmanes y en 910 alcanzan la línea del Duero, así las tierras sorianas se convierten en frontera entre musulmanes y cristianos, durante los siglos X y XI. Alrededor del Duero ambos bandos levantaron castillos y fortalezas para defender sus posesiones. En el año 990 Almanzor devasta las posesiones cristianas y la frontera soriana permanecerá bajo el domino musulmán.
              
La muerte de Almanzor y el derrumbamiento de la dictadura cordobesa, fue aprovechada por el Conde Sancho García (965-1017) para recuperar las plazas de la línea del Duero.
Alfonso VI (1047-1109) realizó numerosas conquistas, desplazando la frontera cristiana hacia el Tajo, lo que provocó una despoblación de Castilla.
El conde de Lara, Gonzalo Nuñez (1165-1225) fue el encargado de repoblar años más tarde esta zona.
 A la muerte de Alfonso VI, le sucedió su hija Urraca (1081-1126), que se casó con el rey de Aragón y Navarra, Alfonso I, este matrimonio posteriormente fue anulado, por razones políticas, personales y religiosas. Desde el principio este matrimonio fue muy conflictivo, el rey era bastante agresivo y ambicioso, desde en principio intentó imponer su autoridad sobre los territorios que poseía doña Urraca. Como nos podemos imaginar esta actitud no gustó a los nobles de León y Castilla y mostraron su resistencia he intentaron por todos los medios anular esta unión con Alfonso VI.
Una de las razones alegadas para la nulidad eran que eran parientes cercanos, pero detrás había una razón política y de poder.
Estos hechos provocaron una confrontación entre los partidarios de doña Urraca y la de los del rey aragonés, y las tierras de Ucero fueron frontera entre los dos bandos. Se cree que en esta época se empezó a construir el castillo de Ucero. Por tanto se puede datar su construcción hacia en siglo XII.
La muerte de doña Urraca permitió el acercamiento de posturas entre el hijo de doña Urraca y el rey Alfonso I y se firmó la paz en el Pacto de Tamara (1127) donde el rey castellano tuvo que ceder algunas ciudades castellanas, que más adelante recuperó para Castilla.
 A la muerte de la reina le sucede su hijo Alfonso VII rey de Castilla y de León (1105-1157) que era fruto de su primer matrimonio con Raimundo de Borgoña. Alfonso VII consiguió unificar León y Castilla y restaurar la paz, aunque las tensiones con el reino de Aragón continuaron.
Tras las reformas introducidas por este monarca, UCERO se transformará en Comunidad de  Villa y Tierra. Esta organización territorial consistía en que Ucero actuaba como nucleó administrativo y judicial de otros pueblos y aldeas que tenia a su cargo.


 Como se puede ver en el mapa, Soria quedó muy dividida en diferentes comunidades de Villa y Tierra, siendo Ucero una de ellas con categoría de realengo, es decir un territorio que dependía directamente del rey y este lo podía entregar a un noble o eclesiástico. 

Si te interesa los conflictos de esta época histórica te recomiendo que leas este artículo que hace referencia a Alfonso VII y sus batallas.

Este monarca Alfonso VII el Emperador, repartió su reino entre sus dos hijos Sancho III (1134-1158) heredó Castilla y a Fernando II (1137-1188) le dejó el Reino de León. De este modo la Península Ibérica quedó otra vez fragmentada.
Si te has perdido con tanto rey, mira el esquema siguiente:
Alfonso VII se caso dos veces pero tuvo dos amantes con las que también tuvo hijos, por eso hay unas líneas discontinuas para señalar los hijos ilegítimos.

Después de intensas investigaciones por parte de Alejandro Aylagas, podemos decir que el primer titular del señorío de Ucero fue JUAN GONZÁLEZ DE UCERO, y por tanto dueño del castillo.

Castillo de Ucero

De este noble caballero no se tienen muchos datos, pero se sabe que participó con el rey Alfonso VIII en 1212 en la famosa batalla de Navas de Tolosa contra los almohades. La victoria fue de los cristianos y marcó el declive del poder almohade, permitiendo a los reinos cristianos expandirse hacia el sur de la Península.

 A la muerte de este rey, vuelven a parecer los conflictos porque el nuevo heredero Enrique I (1204-1217) solo cuenta 10 años, y su hermana la reina Berenguela (1179-1246) se convierte en regenta. 
En estos conflictos por el poder aparece de nuevo, en las crónicas, el nombre de Juan González de Ucero como caballero que defiende los intereses de doña Berenguela.
Este es el esquema de los descendientes de Alfonso VIII

En esta época el castillo de Ucero jugo un papel importante como defensor de los intereses de la reina. Así Juan González de Ucero luchó contra su mayor enemigo que defendía los interés de Enrique I, el conde Alvaro Nuñez de Lara, que una de sus posesiones se encontraba a pocos kilómetros de Ucero, en el castillo de San Leonardo. Se desconoce con exactitud cuando murió este noble, pero se cree que aconteció durante esta guerra.

El castillo pasó seguramente a manos de JUANA GONZÁLEZ DE UCERO (nieta o hija de Juan González) .
El sucesor de la reina Berenguela fue Fernando III y a este le sucedió Alfonso X el Sabio. De esta época se tienen pobres conocimientos de los propietarios del castillo de Ucero.

Se pierde un poco la pista de los señores del castillo, hasta que a mediados de s.XIII, donde  aparece el nombre de JUAN GARCÍA DE VILLAMAYOR, que era el señor que dirigía el señorío de Ucero. 
A su muerte sus posesiones pasaron a su segunda esposa MARÍA ALFONSO DE MENESES, que se instaló en el castillo de Ucero. Vivió una vida tranquila en el castillo hasta que conoció al infante Sancho (Sancho IV el Bravo) (1258-1295) que era hijo de Alfonso X el Sabio y de Violante de Aragón (hija de Jaime I el conquistador). 
Ver el esquema del linaje;


Mantuvieron un apasionado romance Sancho IV y la viuda de Juan García de Villamayor . De esta relación nació una niña, que le pusieron el nombre de su abuela paterna, VIOLANTE SÁNCHEZ DE CASTILLA(1281-1330). La madrina de la niña fue María de Molina, amiga y prima de María Alfonso de Meneses. Pero está amistad se rompió cuando María de Molina se casa con el infante Sancho , un año después del nacimiento de la niña. Debido a que María de Molina tenía parentesco con el rey Sancho IV por que era sobrino segundo, aparece en la corte, un doble conflicto, por un lado, los lazos de consanguinidad y por otro, que existían unos esponsales previos del rey con Guillerma de Montcada, aunque este matrimonio no fue consumado. 
Por tanto, inicialmente el matrimonio fue declarado nulo y todos los hijos nacidos en este matrimonio ilegítimos. La reina tuvo que esperar hasta la bula del papa Bonifacio VIII (1301) cuando su esposo Sancho IV estaba muerto para legitimar su matrimonio y a sus hijos.

A raíz de este matrimonio de Sancho IV y María de Molina, doña María Alfonso de Meneses , abandonó el castillo de Ucero e ingresa en un convento.

VIOLANTE SÁNCHEZ DE CASTILLA, se casó muy joven en el año 1393 (Con 12 años) con Fernán Ruiz de Castro, hijo de Esteban Fernández de Castro una de las familias más poderosas de Galicia. Heredó de su madre la villa y el castillo de Ucero.
Este es el sello de Violante Sánchez de Castilla señora de Ucero.

                                            

No vivió muchos muchos años en el castillo y debido a las maniobras políticas de su marido, que se enfrentó a la reina María de Molina ,que era su madrastra. La reina envió un ejercito contra el marido de Violante y murió en la batalla. Como escarmiento la reina confiscó todos los bienes de Esteban Fernández de Castro dándoselos al hermanastro de Violante, el infante Felipe . También intentó encarcelar al hijo de Violante y Esteban Fernández que se llamaba Pedro Fernández de Castro, que en esta época era un niño.
Ante esta situación tan lamentable, Violante decide abandonar Castilla y refugiarse en Portugal, residiendo en la Corte con el rango de Infanta. 
En su testamento otorga a la orden de Santiago, donde ingresó a la vuelta de Portugal, todos sus bienes entre los que se citan el castillo y villa de Ucero. Este deseo no se cumplió porque no consta que nunca el castillo perteneciera a esta orden religiosa , el motivo puede estar en que en una escritura anterior había declarado a sus padres beneficiarios de sus bienes y del señorío de Ucero. En este intervalo de tiempo hubo muchas luchas internas entre los nobles y Juan García de Villamayor se apoderó por las armas del castillo de Ucero.

El siguiente caballero que ostentó el castillo de Ucero fue por tanto JUAN GARCÍA II DE VILLAMAYOR.



No se sabe con exactitud cuando se hizó cargo del señorio de Ucero, se cree que fue después de las revueltas por el trono entre el rey Fernando IV (1285-1312) y Alfonso de la Cerda (nieto de Alfonso X y de Violante de Castilla). De nuevo las tierras sorianas son escenario de enfrentamientos, esta vez entre los partidarios de Fernando y los de Alfonso.
En estas luchas, don Juan García defendió el bando real, previsiblemente, el monarca le otorgó en recompensa de su fidelidad y de sus conquistas, el señorío de Ucero. considerando que había sido de sus antepasados, aunque no se sabe a ciencia cierta como heredó el castillo.

Viendo cercana su muerte, quiso aquietar su alma recompensando los males cometidos por tierras sorianas y acordó que se vendiera el señorío de Ucero al obispo de Osma. Esta compra venta se realizó en el año 1302 según la Iglesia de Santa María de Osma.


 Los descendientes de Fernando IV:
Reyes del siglo XIV y XV.



         



El nuevo propietario del Castillo fue el obispo de Osma ASCARÓN. Pero esta venta fue polémica porque el castillo pertenecía a Violante que se encontraba en Portugal. Pero en Castilla había dejado representantes que defendían sus derechos. Por esta razón el señor de Calatañazor: Juan Fernandez Padilla invade en el 1313, las tierras de Ucero defendiendo los derechos de la Infanta.
El obispo reunió un ejercito y se enfrenta al agresor, saliendo victorioso, pero a pesar de este triunfo del obispo sobre el señor de Calatañazor no solucionó el tema de la titularidad.
La infanta regresa a Castilla hacia el año 1325 e ingresa en la Orden de Santiago, como administradora del convento Sancti Spiritus de Salamanca. En el año 1327 donó a la orden todos sus bienes tanto los que había heredado de su madre como los obtenidos al casarse. Esta cesión a la orden aporta una dificultad más para saber quien es el propietario real del señorío    de Ucero.
La solución a este conflicto se consiguió con pactos múltiples entre el rey Alfonso XI, el obispo de Osma, la Orden de Santiago y la renuncia de los herederos de la infanta Violante y los herederos de la familia Villamayor. Al final la titularidad fue concedida a la MITRA DE OSMA.

      

Durante el siglo XV los titulares de la Mitra de Osma son personas de alto linaje e intervienen en asuntos políticos y algunos participan en campañas militares, por tanto necesitan del respaldo militar que ofrecían los castillos.

El castillo fue ocupado por un alcaide que se encargaba de defender los intereses del obispado. Durante esta época hubo muchos conflictos entre los obispos y los nobles, esto llevó al obispo Pedro Montoya (1454-1475) a fortalecer el castillo, levantando contramurallas, cubos y torreones. Parece probable que restauró la torre del homenaje cuyas ventanas geminadas y bóveda de crucería corresponden estéticamente al siglo XV.

En el siglo XVI van poco a poco desapareciendo estos conflictos bélicos y los obispos se van preocupando más por vivir la espiritualidad, así se desprenden de la mayoría de sus señoríos excepto el de Osma y el de Ucero. Los castillos propiedad de los obispos se van trasformando en residencias .
El castillo sufre reformas para acomodarlo a la nueva situación de la época, de ser un castillo para defenderse del enemigo a ser una residencia para el disfrute de una vida tranquila. El obispo Honorato Juan (1507-1566) realiza diferentes reformas como lo demuestra su escudo que se conserva en la puerta de entrada al castillo.


 A finales de este siglo XVI, ya eran pocos los que vivían alrededor del castillo, la mayoría se habían construido sus casas en el valle a las orillas del río Ucero, así a mediados del siglo XVII el abandono de la fortaleza casi era total. Las casas, pajares y corrales de la antigua villa medieval se iban derrumbando y los vecinos acudían al castillo para abastecerse de piedras para sus nuevas viviendas. 
En cambio la zona residencial del castillo se mantuvo en buen estado gracias al cuidado de los obispos, hasta que en 1668 sufrió un incendio, posiblemente intencionado. A partir de este momento los obispos se desentendieron de la fortaleza que con el paso del tiempo se fue deteriorando.
A partir del siglo XVII el castillo dejó de tener importancia para la Mitra de Osma y sus muros poco a poco han ido sucumbiendo al paso de los siglos. En el siglo XX en 1966 fue declarado Patrimonio del Estado y a lo largo de estos años se han ido haciendo pequeñas intervenciones para consolidar sus lienzos y su esbelta torre del homenaje.

  


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