MERINDADES DE BURGOS
PASEO POR LAS MERINDADES
Al norte de la provincia de Burgos se encuentra esta comarca,constituida por 27 municipios, sus pueblos son dignos de perderse por sus calles contemplando casonas y antiguos palacios, y sus paisajes animan a descubrir cada uno de sus recovecos.
Un fin de semana no es suficiente para descubrir esta comarca, pero si para degustar algunos rincones y decidir volver en otra época del año que no sea verano,para contemplar el esplendor de sus paisajes.
La intención de este viaje era descubrir las numerosas cascadas de esta comarca a pesar de que en verano no hay mucha agua.
Iniciamos nuestro viaje hacia la primera cascada la que forma el río Molinar a su paso por el pueblo de Tobera y de la ermita de Santa María de la Hoz.
FRIAS se encuentra en el valle de Tobalina,sobre un cerro y a sus pies corre el río Ebro, en la actualidad cuenta con unos 300 habitantes. En sus inicios fue una ciudad estratégicamente situada entre Castilla y la coordinera Cantábrica, y fue una fortaleza codiciada.
A la derecha de la calle principal nos aparece un sendero que nos llevará a las cascadas. El camino se adentra en un precioso bosque de hayedos tan espeso que practicamente no pasa el sol.
Al norte de la provincia de Burgos se encuentra esta comarca,constituida por 27 municipios, sus pueblos son dignos de perderse por sus calles contemplando casonas y antiguos palacios, y sus paisajes animan a descubrir cada uno de sus recovecos.
Un fin de semana no es suficiente para descubrir esta comarca, pero si para degustar algunos rincones y decidir volver en otra época del año que no sea verano,para contemplar el esplendor de sus paisajes.
La intención de este viaje era descubrir las numerosas cascadas de esta comarca a pesar de que en verano no hay mucha agua.
Iniciamos nuestro viaje hacia la primera cascada la que forma el río Molinar a su paso por el pueblo de Tobera y de la ermita de Santa María de la Hoz.
Antes de encontrar la cascada nos encontramos con la Ermita de Santa María de la Hoz, se cree que fue construida en el siglo XIII y fue refugio de peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela.
Al pie de esta ermita, se encuentra otra ermita pequeña de una sola nave,el Santo Cristo de los Remedios, que a traves de sus rejas se puede contemplar sus frescos.
Cuenta la leyenda que cuando un caballero fue a pasar el puente se encontró con una enorme serpiente, su caballo se desbocó y ante el peligro de muerte invocó al Santo Cristo del Remedio y salió ileso, en honor a este hecho erigió esta pequeña ermita. Si observamos bien,el interior de la ermita, podemos ver que debajo del Cristo hay una calavera y una serpiente, en honor de la leyenda del caballero.
Siguiendo el curso del río Molinar, por un sendero nos encontramos con un mirador donde se ve la cascada de Tobera.
En verano no lleva mucha agua pero suficiente para imaginar como sera su caída en primavera!!!.
Seguimos ruta para buscar la siguiente cascada, pero antes ¡como no!, nos paramos en la ciudad de Frias, que tiene la categoria de ciudad desde el siglo XV.
FRIAS se encuentra en el valle de Tobalina,sobre un cerro y a sus pies corre el río Ebro, en la actualidad cuenta con unos 300 habitantes. En sus inicios fue una ciudad estratégicamente situada entre Castilla y la coordinera Cantábrica, y fue una fortaleza codiciada.
Sus calles son estrechas y muestran esplendidas casonas.En el margen derecho del pueblo algunas casas se han construido sobre el risco.En una de las torres del castillo se puede ver un esquema de como eran por dentro, los dos primeros pisos por debajo de tierra para despensa, el tercero las habitaciones y curiosamente el último para la cocina y comedor.
Subiendo hacia el castillo nos encontramos con la Iglesia de San Vicente, que estaba cerrada.
Dejando atrás la iglesia, se encuentra la oficina de turismo, donde se puede comprar por 1,5€ la entrada al castillo.
Los inicios del castillo se remontan al siglo X ,y fue ampliado por los sucesivos moradores.Cuenta con un recinto amurallado y se accedía por un puente levadizo, actualmente se entra por una pasarela fija. Al entrar hay una maqueta de como era el castillo en su esplendor.
Nada más entrar al recinto. nos encontramos una torre del homenaje independiente sobre un risco,que es el símbolo característico de este castillo, des de su terraza se puede observar el pueblo y las tierras que le rodean.
Saliendo del pueblo se encuentra el puente medieval sobre el río Ebro, en un excelente estado de conservación.Se construyó sobre la calzada romana y fue un puente muy transitado porque por allí pasaba los comerciantes que llevaban la lana des de la meseta hasta los puertos del país vasco.
El puente mide 134 m de largo y en su centro tiene una torre que es donde estaba la persona encargada de cobrar a todos aquellos que quisieran utilizar el puente.
Nos dirijimos a la siguiente cascada la del Peñon en Pedrosa de Tobalina, donde en estos dias de verano, bien vale la pena tomar un baño.
Esta cascada es de fácil acceso ya que está dentro del pueblo, se puede aparcar en alguna calle cercana e ir andando en apenas 5 minutos nos sorprende la cascada.
Después de refrescarnos y observar a valientes jóvenes saltar desde el acantilado nos dirigimos hacia la siguiente cascada de Tartales de los Montes.
Desde Pedrosa de Tobalina nos dirigmos a Hoz de Valdevieso, saliendo de del pueblo Tartales de Cilla,a pocos quilómetros y casi sin previo aviso nos encontramos la cueva de los Portugueses.
Son unos ermitorios rupestres, cerca del arroyo de las Torcas,deben su nombre a que en el siglo XX fueron ocupadas por portugueses que vinieron a trabajar en la hidroeléctrica de Trespaderme.
Su origen es incierto, se cree que pueden ser de la época visigótica o medieval (VII-X), son pequeñas habitaciones casi todas comunicadas entre ellas, que han sido escavadas en la arenisca. Un paseo por la cueva nos permite imaginar como era de sobria la vida de los monjes.
Después de recorrer todo las cuevas,proseguimos el viaje,hacia la cascada de Tartales, llegamos al pueblo Hoz de Valdevieso y tomamos la carretera hacia Tartales,que es muy estrecha hasta llegar a la cascada, pero la curiosidad de ver el camino que antes utilizaban los habitantes de la zona para llegar a Tartales creo que vale la pena.Tuvimos suerte, no nos cruzamos con ningún coche.
Antes de construirse el túnel, los habitantes de la zona arriesgaban la vida pasando por el camino que hay a la derecha de la cascada en la vertical del risco.En la foto inferior se puede ver el camino des de el otro lado de la montaña.
Antes de llegar al tunel hay un pequeño mirador desde donde se ve el desfiladero de la Hoz y la cascada. No hay aparcamiento y hay que dejar el coche donde se pueda, si se pasa el túnel encontramos un claro en el bosque donde se puede dejar el coche.
Después de admirar el valor de algunos hombres para atravesar este camino nos dirijimos hacia la última cascada del día,la cascada de Las Pisas, nos advirtieron que en verano no lleva a penas agua pero que el paseo valía la pena, y acertaron.
Des de Soncillo se toma una carretera dirección Villabascones de Bezana, el coche hay que dejarlo en un pàrquing a la entrada del pueblo, descendemos por el camino, observando las casas que debajo de sus tejados tienen como unos recipientes que parecen colmenas.
Después de unos metros nos encontramos una primera cascada practicamente seca pero seguimos andando hasta el final del sendero donde nos encontramos una pequeña cascada.
En verdad no había mucha agua como había visto en otros blogs, pero el paseo valió la pena y duró unas dos horas ida y vuelta, la dificultad es baja, aunque hay algún repecho que hay que esforzarse más.
Ahora nos dirigimos a decansar a Brizuela, haciendo una última parada en Puentedey.
El pueblo está situado sobre un arco de piedra sobre el río Nela,el arco mide unos 75m de largo, 34m de ancho y 15m de alto,es un arco espectacular que si el río no está muy crecido se puede pasear por debajo.
Si entramos al pueblo no notaremos que estamos sobre un arco natural, se trata de un pueblo de estrechas calles dificiles de circular,por lo que es mejor pasear andando por el.
Al finalizar la tarde nos fuimos a la casa rural de Brizuela, donde cenamos y nos hospedamos.
Al día siguiente nos dirigimos el espacio natural protegido del Monumento natural de Ojo Guareña, primero fuimos a la casa del parque que esta en Quintanilla del Rebollar.Por un precio módico de 1,5€ , vimos un audiovisual y visitamos sus instalaciones interactivas.Merece la pena para comprender como son las formaciones kastricas de Ojo Guareña.
Tres ríos son los responsables de las cuevas de Ojo Guareña, el Guareña que al pie de la ermita entra en un sumidero para atravesar la montaña,el río Trema y el arroyo Villamarin.
Os dejo un plano para que os deis cuenta de como estos dos ríos han labrado la montaña ,llenándola de cuevas y simas.
En la exposición hay una maqueta de como los ríos ha ido perforando la montaña, dando lugar a cuevas y simas, en seis niveles diferentes.Nos explicaron que la mayoría de galerías se puede entrar exceptos los inferiores por los que pasa el río y estan llenas de agua y es difícil acceder.
Han descubierto más de 100km de galerias de momento.
Seguidamente tomamos la carretera hacia la ermita de San Bernabé y San Tirso, todo el mundo la conoce como de San Bernabé pero la mayoría de pinturas que aparecen en la ermita pertenecen al martirio y los milagros de San Tirso, se ha dado más importancia a San Bernabé porque su festividad se celebra en el mes de junio y san Tirso en el mes de enero,así que la fe popular es práctica.
Se deja el coche en uno de los parquines gratuitos(hay uno antes de llegar a la ermita y otro en la cima),hay una taquilla al lado de la ermita donde se saca una entrada que cuesta 4€ para una visita guiada a los 400m de cueva y que finaliza en la ermita.La visita dura unos 45 minutos y su acceso no presenta ninguna dificultad.
Después de esta grata visita nos dirigimos a la última cascada de nuestro viaje, saliendo ya de la comarca, pero no lejos del Ojo de Guareña.
La cascada de Orbaneja del Castillo, llegamos al pie de la cascada con el coche y aparcamos a la orilla de la carretera, no hay parquing.
No bajaba mucha agua, pero la suficiente para sentarse y ver como resbala el agua entre las piedras mientras numerosos turistas realizaba sus fotos.
Subiendo unas escaleras se llega al pueblo y se puede llegar al nacedero del río
Es un pueblo pequeño con muchos restaurantes y una vistas preciosas.
Ya para acabar este fin de semana que mejor que una merienda en Oña y una visita por este pueblo tan bonito.
Ha sido una experiencia inolvidable ver como es la comarca de Merindades, y una promesa queda en el aire, volver en primavera o otoño, debe ser espectacular.
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