CASTILLO DE BERLANGA

 El castillo de Berlanga está en la provincia de Soria, en la villa de Berlanga de Duero. Su acceso es sencillo después de subir por un camino de grava hasta su puerta principal. No es de acceso libre se debe pagar 4€ , la entrada se compra en la Oficina de Turismo que coincide con la puerta de acceso al recinto. Allí mismo se puede ver un vídeo que nos explica la historia del castillo.


Si estas en la provincia de Soria y te atraen los castillos, no te resistas vale la pena visitarlo.

BREVE HISTORIA

Su origen no esta muy claro pero se cree que puede ser de alrededor del siglo X, en esta época los musulmanes ocupaban la mayoría de la península y se construyeron castillos para defender la frontera entre cristianos y musulmanes.

Las continuas luchas entre el califato de Córdoba y los cristianos estaban a lo orden del día y el río Duero era una frontera muy deseada por ambos frentes. Por esta razón nos encontramos muchos castillos cercanos al de Berlanga que fueron defensores de estos territorios como el de Osma o Górmaz.

En el año 912, por orden del rey de León, García I, se empezó a repoblar el territorio oriental del Duero por parte de tres condes castellanos, Munio Nuñez que era conde de Castilla, Gonzalo Fernández que era conde Burgos y Gonzalo Télles conde Lantarón. Así el río Duero se convirtió en una frontera natural entre los territorios de Castilla y León y el territorio controlado por los musulmanes. Está situación como era de imaginar no le gustó al califa Abderramán III que inició campañas para aniquilar a las poblaciones cristianas. Atacó en 920 poblaciones como Osma, San Esteban de Gormaz y Clunia, todas ellas cercanas a Berlanga. Y en 946 se instaló en Medinaceli como centro para ir conquistando las ciudades de la península que se encontraban más al norte. A partir de este momento Berlanga fue adquiriendo protagonismo como lugar de paso de las campañas militares. El califato convirtió el eje Medinali-Berlanga-Górmaz como la vía principal para acceder al reino de Castilla y León, y fortificó la zona. Así que construyeron muchas atalayas para tener vigilados los avances de las tropas cristianas.


Muchas de estas atalayas se pueden visitar actualmente y desde ellas contemplar la gran extensión que se ve de las tierras sorianas, todas ellas están en lo alto de los cerros y dominaban este eje estratégico del Califato de Córdoba. Estas atalayas eran vigías que avisaban a la población, con humo o bien con antorchas, si era de noche , del acercamiento de las tropas enemigas.
Las crónicas de la época mencionan hacia el 975 el califa al-Hakan decidió mandar refuerzos a la fortaleza de Górmaz que estaba acosada por conde García Fernández y descansaron en el castillo de Berlanga. 
Poco después hubo una guerra civil entre los musulmanes y Almanzor ocupó el mando . Después de su muerte algunas lugares de la frontera del Duero fueron monedas de cambio de los musulmanes para solicitar el apoyo de algún conde castellano, Berlanga se mantuvo en manos del califato hasta 1031. 
El califato se dividió en reinos de taifas y el rey Fernando I de Castilla empezó la conquista de la frontera del Duero. 
Cuentan la crónica que los musulmanes de Berlanga decidieron perforar las murallas para poder escapar, dejando tras de sí un montón de mujeres y niños. Después de la conquista el castillo de Berlanga se convirtió en la primera fortaleza cristiana hacia la conquista de Medinaceli.

En el 1136 la plaza de Berlanga pasó a formar del reino de Castilla. A lo largo de los años fueron llegando nuevas personas para repoblar la zona gracias a los favores que les concedía el rey.


En esta época la iglesia se convirtió en un centro organizativo de la población y los campesinos se agruparon alrededor del castillo y se fue formando la villa. Hay constancia que la villa de Berlanga queda incluida en la diócesis Sigüenza en el año 1137.
En el siglo XIV, el rey Alfonso XI donó Berlanga  a su hijo bastardo Tello. Este se caso con Juana de Lara y no tuvo hijos con ella, pero sí tuvo varios hijos con diferentes amantes. Con Elvira de Lezcano tuvo dos hijas y a una de ellas llamada Leonor Tellez de Castilla le donó la villa de Berlanga.


Leonor se casó con Juan Fernández de Tovar que era Almirante de Castilla, así empezó el linaje de los Tovar en la posesión del castillo y las tierras de Berlanga. A partir del siglo XIV pasó a ser patrimonio de la familia. En el siglo XV Luis de Tovar reconstruyó el castillo, más tarde lo hizo su hija María de Tovar y junto a su marido comienzan la construcción de un palacio. Actualmente apenas queda una fachada debido a que se quemó. En la oficina de turismo pasan un video para que nos hagamos una idea de como fue el esplendor de este palacio.


A la muerte de María de Tovar, hereda las propiedades de Berlanga pasó a su segundo hijo Juan de Tovar. Al marcharse la familia Tovar a Madrid empieza la decadencia.
En el siglo XVIII el mariscal Berwick ordenó el traslado a Madrid de todas las piezas de artillería que permanecían en el castillo y poco a poco la fortaleza fue abandonada.
A finales del siglo XIX el castillo paso de la familia Tovar a Isaac Ledesma y en el año 2002 fue adquirido por el Ayuntamiento.

ARQUITECTURA DEL CASTILLO
Los materiales que han sido utilizados para la fortificación proceden de este macizo donde se encuentra el castillo y de los alrededores, cerca en la carretera dirección Paone se ha encontrado una cantera de explotación de donde se extrajeron materiales de construcción. Se han utilizado materiales de la zona.
Presenta dos recintos amurallados, el más antiguo se encuentra en la parte alta del cerro. Hasta el siglo XVI está zona era poblada por los campesinos de Berlanga pero se fueron desplazando hacia el sur y paso a ser ocupada en exclusivo por la familia Tovar, adosando en la parte baja un gran palacio que años después fue arrasado por un incendio, ahora solo podemos contemplar la fachada. En el sala de audiovisuales podemos ver un video que recrea el esplendor que vivió este palacio.
Así era el palacio cuando estaba habitado.

su aspecto actual es ruinoso


IGLESIA DE SAN JUAN
En la parte superior del cerro se levanta el castillo, se sube a través de un camino de empinada pendiente y al subir vamos descubriendo diferentes construcciones en ruinas, a nuestra espalda el palacio de los Tovar y al frente la Iglesia de San Juan donde solo queda los restos de un ábside semicircular y poco más. Sus origines se remontan al siglo X, fue desmontada para utilizar las piedras para la construcción de la colegiata que hay en el pueblo. 


NECROPOLIS RUPESTRE
Dentro del recinto amurallado pero fuera del castillo nos encontramos con una necrópolis rupestre excavada en la roca. Se han encontrado 21 tumbas, de forma rectangular y antropomórficas. En una mayoría están orientadas este-oeste siguiendo la tradición cristiana, que siguen también los templos cristianos, la justificación la da Santo Tomás de Aquino que dice que lo primero que hay que hacer es mirar al sol que nace en el este y que simboliza la luz de Dios y según  la tradición de los evangelios por el oriente aparecerá Jesús al final de los tiempos.

Se han datado sobre el siglo X-XII y algunas tienen un rebaje para colocar una losa o tapa. Seguramente estaban anexas a una iglesia que actualmente está desaparecida.
Un dibujo de como era el entierro.
ACUEDUCTO
Cerca de la necrópolis se encuentra el acueducto, que traía el agua desde el río Escalote a la cima del cerro.


Este acueducto es del siglo XVI, y utilizaba un sistema que se llama máquina de Ctesibio, se trata de una bomba mecánica inventada en la época de los romanos que ayudada de una noria subía el agua al castillo. Dentro del castillo hay un aljibe donde se recogía el agua de lluvia para el uso cotidiano, que se fue substituyendo por el agua que suministraba el acueducto.

CASTILLO
Este castillo ha sufrido muchas modificaciones, sus origines se remontan al siglo XII, fortificada posiblemente por Alfonso el Batallador. Este castillo medieval fue modificado por la familia Tovar transformándolo en una fortificación artillera.
Podemos observar que hay dos torres una circular y otra rectangular que es la torre del homenaje.


En la torre del homenaje se pueden ver los diferentes escudos de la familia Tovar, corresponde a los ocho linajes del matrimonio de Luis de Tovar e Isabel de Guzmán. También realizaron algunas modificaciones en la torre original añadiendo seis garitas, siguiendo la moda del momento que se denominó Escuela de Valladolid. Estas obras se realizaron entre 1469 y 1482, aunque no se tiene datos exactos.
La hija María de Tovar y su marido Iñigo de Velasco decidieron construir a partir de 1522 una fortaleza artillera, que fuera capaz de resistir las futuras revueltas que había por Castilla. Después de su muerte su segundo hijo Juan que heredó el maestrazgo de Berlanga paró las obras del palacio que había comenzado sus padres, aunque si que armó el castillo.
En el castillo hay dos patios uno de uso señorial y el otro para uso de los militares, están separados por una muralla. El señorial tiene aljibe y estaba porticado. Tiene forma trapezoidal con cuatro cubos en cada extremo.
Además del castillo que está en la cima del cerro a los pies se construyó en el siglo XVI, un palacio que se adoso a la parte baja cerca de la muralla. Allí vivió la familia Tovar durante generaciones. La reforma la empezó el marques Juan y le sucedió su hijo Iñigo Tovar, que embelleció en conjunto con jardines a diferentes alturas y mejoró la Puerta del Campo, por la que se accede al recinto del castillo, esta puerta se hizo más amplia para permitir el paso de los carruajes.

Si nos fijamos en los muros de la muralla, veremos como no están construidos con grandes piedras, son de tapial de cal y canto, al observar los muros se notan las múltiples reformas que han sufrido. En el lado sureste hay numerosos cubos semicirculares que rodean el recinto.



Este recinto amurallado antiguamente tuvo  dos puertas la del Campo y la del Mercado.
Cuando se construyó el castillo nuevo, se quería destruir el viejo pero no se derribo completamente, por eso las troneras altas no tienen adarce para colocar los cañones.
Así era Berlanga y su fortaleza


La fortaleza artillera que se construyó sobre el castillo medieval tenía cuatro cubos en las esquinas. Los delanteros estaban cubiertos con bóvedas y contaban con salida de humo. Los cubos posteriores, en cambio, no tenían bóvedas, estaban estructurados en tres niveles y tenían un tejado de madera. Las primitivas arpilleras, usadas para lanzar flechas, fueron sustituidas por troneras para poder utilizar armas de fuego.
Este cubo pertenece al castillo medieval y está construido con piedra arenisca. Es de forma circular. y tenía cinco niveles, cada uno equipado con una aspillera o tronera para defender el castillo, excepto en el piso inferior que solo se ve el desagüe.
Durante el siglo XVI, sufrió modificaciones y fue convertido en un archivo. Como se observa en el dibujo, se construyó una alacena con diferentes puertas con candado, donde el marqués guardaba documentos importantes. El archivo se utilizó hasta el año 1678, cuando el condestable de Castilla Melchor Fernández, decidió trasladar los documentos al castillo de Pedraza debido a un robo de  documentación muy importante para la familia- Al notar que en el castillo estaba mal cuidado, tomo esa decisión.


PATIO ARMAS Y PATIO SEÑORIAL
El patio que rodea a la torre del Homenaje, estaba porticado y contaba con un pozo, que era un aljibe abovedado que almacenaba el agua de lluvia, su construcción se realizó antes de que se hiciera el acueducto y llegará el agua del río Escalote al castillo.
Al otro lado del muro estaba el patio de armas y las caballerizas. En esta zona los soldados se preparaban para el combate y cuidaban de los caballos.

INCENDIO EN EL SIGLO XVII
En el año 1660 el rey Felipe IV  pasaba por la zona y decidió hospedarse en el castillo de los marqueses, ante semejante acontecimiento se preparó un gran recibimiento con salvas, con tal mala suerte que una incendio el castillo. Este hecho provocó que poco después los vecinos se fueron colando por los agujeros de las troneras, para llevarse lo que encontraban a su paso. Los marqueses también decidieron expoliar el castillo de maderas, tejas y piedras para llevárselas al palacio. Fue el inicio de un gran deterioro para el castillo. Después de este acontecimiento en 1678 fue cuando se robaron los documentos de la torre del archivo y el condestable consideró que ya no era un lugar seguro, y se llevó los documentos que allí se guardaban.
El castillo se fue deteriorando y empeoró en la guerra de sucesión, y se decidió trasladar todas las piezas de artillería que allí había.
Poco a poco se desmorono y en el siglo XVIII apenas quedaban paredes en buen estado. Así que cuando los franceses pasaron por estas tierras saquearon el palacio, la colegiata y las casas nobles pero dejaron en paz al castillo porque poco se podían llevar ya de él.


















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